Dolor por la muerte de la periodista Mariana Fernández

Cursaba una enfermedad desde comienzos de año. Fue colega de RÍO NEGRO y dirigía sus propios medios en Villa la Angostura.

Redacción

Por Redacción

Esta mañana se informó sobre la muerte de la periodista Mariana Muriel Fernández. Se trata de una reconocida profesional no solo en la región, sino también en el país, que ocupaba una vocalía en el Foro de Periodismo Argentina (Fopea).

Fernández fue periodista de RÍO NEGRO y dirigía sus propios medios en Villa la Angostura: Diario Andino y FM Andina, junto a Gonzalo Regis.

En su sitio web, ambos fundadores dejaron una descripción que sirve para entender la forma de ejercer la profesión que tenía la periodista: «DiarioAndino nació en la madrugada del 8 de junio de 2008 con el objetivo de hacer efectivo el derecho a la información del ciudadano y ejercer la libertad de expresión que tanto nos ha costado a los argentinos. Creemos en la honestidad intelectual de quien escribe y comunica, y no en la apariencia de objetividad.  Buscamos la verdad con la objetividad como utopía. Creemos que el único periodismo posible es independiente. De otra forma, es propaganda. Quienes fundamos este diario somos periodistas por profesión, pero más por pasión y vocación. Intentamos aportar  a nuestros lectores otra perspectiva de la realidad,  y creemos que siempre, siempre, hay una historia diferente a la versión oficial que merece ser contada. Nuestro único “soberano” es el lector, y a él nos debemos.»

La periodista enfrentaba una enfermedad desde principios de año, con tratamientos. Su muerte se dio a conocer esta mañana.

Conocida la noticia, muchas personas se expresaron y la recordaron con sentidas palabras. El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, también la despidió por redes sociales.

La vida según Muriel, por Martín Belvis, jefe de la Agencia Bariloche:

La película de Eduardo Milewicz es de 1997. Una mujer joven se va con su pequeña hija Muriel desde Buenos Aires a Villa La Angostura a empezar una nueva vida. La historia de Mariana Fernández es diferente, pero siempre me pareció que su segundo nombre, Muriel, era una conexión con ese relato de ficción.

Mariana era apasionada con su trabajo y sus convicciones. Cuando estaba enfrascada en una investigación o detrás de alguna historia, un dato, hablaba hasta por los codos y las ideas le salían a borbotones. Lo que quería decir iba a una velocidad mayor que su capacidad de decirlo.

Podía describir playas secretas en los lagos que rodean Villa La Angostura, contar la historia y sobre todo la decadencia de Ruca Malén o denunciar el impacto del paso de los camiones por el centro de su ciudad. Todo con esa misma pasión.


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